miércoles, 31 de diciembre de 2014

Los especuladores del petróleo al descubierto


Tengo 14 de años de experiencia en los mercados y las inversiones. Si hay algo que aprendí, ciertamente, es que el precio de cada uno de los activos financieros es el “rey”.
¿Qué implica esto?
El precio de un activo financiero es único y es el que se deriva de la interacción de la oferta y la demanda. En muchas ocasiones uno sabe que el precio puede estar manipulado por cuestiones ajenas a los fundamentos de ese activo y que en la teoría ese nivel debería ser muy distinto al que muestra la realidad.
Pero allí no hay nada que hacer. El precio que se muestra en la pizarra manda y hay que aceptarlo, nos guste o no desde nuestra perspectiva de inversores.
Pero ciertamente cuando notamos que el desfasaje entre el precio de mercado y el precio que debería tener un activo es demasiado grande, ahí es donde aparecen las grandes oportunidades.
Esta vez quiero referirme al petróleo y su abrupto descenso de más de 45% en el 2014. Me cuesta creer que a todo el espectro de analistas globales se les haya pasado por alto este repentino exceso de oferta del commodity en sus proyecciones para el precio del crudo durante este año.
Siempre, desde un primer momento, manifesté que el trasfondo de la caída del precio del petróleo respondía a una cuestión geopolítica donde una gran cantidad de poder global estaba en juego. La irrupción desde hace unos años atrás de Estados Unidos como gran productor mundial de petróleo y gas no convencional amenazaba con cambiar las relaciones de poder en el mundo y la influencia de la OPEP (Organización de los Países Exportadores de Petróleo) en el mapa global.
Y la reciente tapa del prestigioso diario The Economist así lo demuestra (foto principal)...
Pero aún considerando este cambio estructural en el mercado energético global, no encuentro justificación suficiente para explicar la baja tan abrupta del precio del oro negro.
Y es ahí donde hay que buscar otras explicaciones.
Ni en las épocas de la gran crisis financiera de 2008 se veía tanta volatilidad en el precio del crudo. En las últimas semanas hemos sido testigos de cómo su precio oscilaba entre +3% y -3% en una jornada diaria y viceversa. Es allí donde los especuladores entran en acción y la irracionalidad de corto plazo domina la escena.
Si el mundo desarrollado está más estable, si Estados Unidos crece a su nivel más rápido en una década (5% anualizado en el tercer trimestres) y si el mundo emergente no ha sufrido una recesión imponente, entonces me pregunto: ¿cómo el petróleo puede retroceder más de 45% en este contexto?
Extraño.
Pero como le mencioné anteriormente, la irracionalidad de corto plazo puede abrir oportunidades. Y el siguiente gráfico puede decirnos mucho acerca de eso:

Tras acusar el impacto inicial de la fuerte caída del crudo, en las últimas semanas el ETF de Energía (XLE) -línea azul-no solamente no acompañó la persistente caída del precio del petróleo -línea roja- sino que comenzó a subir.
En concreto, esto puede interpretarse como una señal de que las últimas bajas del crudo forzadas por los especuladores han perdido credibilidad y que los inversores creen que no podrá sostenerse por mucho tiempo más, por lo que aumentan su exposición a empresas del sector esperando el ansiado rebote de precios.
Particularmente creo que esto es así. Y que hay oportunidades.
El tiempo dirá quien tiene la razón. Lo que la historia dice es que en el largo plazo tienden a primar los fundamentos, dando un guiño hacia el posicionamiento en acciones petroleras.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Inversiones 2015: Entrevista Cronista Comercial

Te dejo el link de una entrevista que me hicieron en Cronista.com para dar una panorama sobre las posibles mejores inversiones de cara al 2015.


sábado, 13 de diciembre de 2014

Tres lecciones del fracaso del canje

Viernes 12 de diciembre, 18 horas. El ministro de Economía, Axel Kicillof, presentó el duro revés a su estrategia de canje de deuda como un gran éxito.

"En momentos en que hay retiro de dinero de los países emergentes, acá solo se cambiaron 185 millones de dólares, y se quedaron con nuestros títulos. El test de confianza ha dado positivo porque nadie se ha querido llevar los dólares", dijo el funcionario.

Detrás de esa declaración claramente hay desconcierto. 

Y se oculta la realidad...

Lo que en una primera instancia era una propuesta inteligente, según mi opinión, luego se llenó de inconsistencias. De allí, el fracaso.

Varios fueron los errores, hasta impensados de que provengan de un equipo de técnicos del ministerio de Economía de un país.

Pero a su vez, debe servir como experiencia. Hay lecciones importantes que deben quedar para evitar repetir errores nuevamente.

El gran desafío es hacer una autocrítica y repensar estrategias.

¿Se podrá?

Lección N° 1: La importancia del incentivo vía precios

Por más que una estrategia sea inteligente desde la teoría, no va a funcionar si no está aceitado el proceso de incentivos de precios.

Desde un primer instante el Gobierno intentó seducir a los inversores pagando un precio por el Boden 2015 a un nivel por debajo de lo que operaba en la Bolsa. Si uno, como inversor, ciertamente no tenía la restricción de la liquidez del mercado, la decisión estaba consumada de antemano: no participar del canje.

Resignar US$ 10 dólares en los próximos 10 meses (TIR del 13% en moneda dura) era un castigo demasiado amplio para no lidiar con el riesgo argentino. Quien es tenedor de un bono soberano local ya sabe de qué se trata cuando alguien le quiere explicar el riesgo de su tenencia.

Conclusión: sólo se entregaron bonos por US$ 185 millones.

Adicionalmente, el incentivo de precios tampoco funcionó en la colocación de nueva deuda vía Bonar 2024. De los US$ 3.000 millones pensados inicialmente, sólo se suscribieron US$ 377 millones, algo más del 12%.

¿Por qué alguien le iba a pagar US$ 96,20 al Gobierno por un bono que se conseguía casi US$ 1 por debajo de ese precio el día de cierre de la licitación?

Lección N° 2: No improvisar con el Señor Mercado

Al mercado hay que respetarlo. Hay ciertos procedimientos y comportamientos que deben seguirse al pie de la letra.

En caso de no aceptar esas reglas, el riesgo de recibir una "bofetada" es muy alto. Y es algo que debe evitarse porque condiciona el futuro.

En Economía pensaban que la vuelta a los mercados voluntarios de forma unilateral era posible. Cuando se anunció la medida, la gran mayoría de los analistas (incluido yo), pensamos que la licitación estaba casi cerrada de antemano con inversores institucionales.

Pensamos que no se trataba de algo improvisado. 

Nos equivocamos...

Y si bien es cierto que se vivió una de las peores semanas del año en las bolsas globales al momento de la colocación, no es menos cierto que hubo errores en la implementación de la estrategia muy grande.

Y esos errores quedaron en evidencia con el resultado de la licitación.

Lección N° 3: El default tiene un costo

De alguna u otra manera, el default técnico influyó en el resultado, sobre todo por el lado de la confianza de los inversores.

Aunque el Gobierno lo niegue y se adjudique varias victorias diplomáticas contra los holdouts, el no cumplir con las obligaciones y compromisos tiene sus efectos negativos en la práctica.

No van a llegar fondos frescos en la medida que los problemas que erosionan la confianza no se resuelvan. Y esa resolución implica cerrar, de una vez por todas, el capítulo con los fondos buitres.

Quizás hasta este magro resultado sea una buena noticia y acelere una "negociación" con los holdouts a partir de enero.

Para que esto ocurra, tiene que primar la racionalidad.

Sé que es difícil, pero hay que mantenerse optimista.

De todo revés en cualquier ámbito se aprende, se saca conclusiones, se hace una autocrítica y se mira hacia adelante para construir.

Esperemos que esta vez no sea la excepción...